El órgano
Catedral de Pamplona, órgano principal
Foto: Yiorsito
L’Orgue, le seul concert, le seul gémissement
Qui mêle aux cieux la terre!
La seule voix qui puisse, avec le flot dormant
Et les forêts bénies,
Murmurer ici-bas quelque commencement
Des choses infinies!
¡El órgano, el único concierto, el único gemido
que mezcla la tierra a los cielos!
¡La única voz que pueda, junto a la mar dormida
y los bosques sagrados,
murmurar aquí abajo algún preludio
de las cosas infinitas!
Victor Hugo
En el órgano se dan cita lo grande y lo pequeño, lo antiguo y lo nuevo, lo cercano y lo lejano. Hay órganos enormes, como el Wanamaker Grand Court organ de Filadelfia (EEUU), con seis teclados manuales y 28750 tubos sonoros. Y hay órganos pequeños diseñados para ser colocados sobre una simple mesa y ser transportados con facilidad, como el realejo del siglo XVII conservado en el Museu de la Música de Barcelona.
Filadelfia (EEUU), Wanamaker Organ.
Foto: Bibliolore
Barcelona, Museu de la Musica. Órgano realejo del s. XVII
Foto: Enfo
El órgano es un instrumento muy antiguo, sobre todo teniendo en cuenta la complejidad de su mecanismo. Surgió en Alejandría nada menos en el siglo IV antes de Cristo. Al principio el aire era insuflado a los tubos, en vez de con un fuelle como actualmente, mediante el agua que, vertida en un depósito, empujaba el aire hacia los tubos. De ahí el nombre que recibía: hidraulis (en griego) o hidraulus (en latín), "flauta de agua".
Imagen de un hidraulus en un mosaico romano conservado en Nennig (Alemania)
Foto: Carole Raddato
A partir del s. IX la Iglesia Católica de occidente tomó al órgano como el instrumento musical propio para su liturgia. Esto hizo que su uso se extendiera cada vez más, y el órgano alcanzase un desarrollo y complejidad en su construcción sin comparación con ningún otro instrumento musical. En el siglo XVII cada país de Europa había desarrollado un tipo de órgano propio: hay un tipo de órgano francés, italiano, inglés, germánico del sur, del centro y del norte...
Órgano francés. Burdeos, La Sainte Croix.
Foto: Velvet
Órgano italiano. Siena, Santissima Annunziata.
Foto: Velvet,Pufui Pc Pifpef I
Alemania central. Freiberg, catedral.
Foto: Tilman2007
Alemania del norte. Hamburgo, St. Jakobi.
Foto: Kliojünger
En España llegó a haber un tipo de órgano en la corona de Castilla y otro en la corona de Aragón. Luego fue precisamente en los talleres de Navarra y Guipúzcoa donde maduró el tipo de órgano ibérico que se extendió no solo por toda la península (incluido Portugal), sino por el enorme ámbito que entonces alcanzaba la monarquía hispánica, desde América hasta Filipinas. No es exageración decir que fue el tipo de órgano más extendido en el mundo hasta bien entrado el siglo XIX.
Salamanca, catedral
Foto: Payanes8
Zaragoza, El Pilar
Foto: Klais Orgelbau.
A lo largo del siglo XIX los tipos de órgano se van unificando en Europa alrededor de los nuevos modelos de órgano romántico francés y alemán, aunque esto no impide que se sigan conservando ciertos rasgos de las tradiciones autóctonas. Así, los grandes órganos franceses instalados en España en la segunda mitad del s. XIX siguen nombrando a los registros con la terminología hispánica, e incluso señalan la altura de su sonido con la tradicional medida en palmos en lugar de los pies ingleses que habían sido adoptados en el resto de Europa (13 palmos = 8 pies). En la catedral de Murcia la firma Merklin instaló en 1854 un impresionante órgano de cuatro teclados, en cuya construcción participó como asesor Hilarión Eslava, buscando una fusión entre las innovaciones románticas y la tradición española. Esta última tiene una presencia visible en la trompetería horizontal o de batalla, que también está presente, por ejemplo, en el Cavaillé-Coll de Azkoitia.
Murcia, catedral. Órgano Merklin (1854).
Foto: Pablo Pérez Merino
Azkoitia, parroquia de Santa María. Órgano Cavaillé-Coll (1898).
Foto: Aeolus.
En general, el órgano ha sido históricamente un instrumento muy unido al pueblo, a la gente sencilla. Durante siglos el órgano ha sido la principal o incluso la única vía de acceso a la música cultivada para la gente en el entorno rural, que era donde vivía la mayoría de la población. La música de cámara y de concierto estaban reservadas a la nobleza y, desde el siglo XIX, a las élites económicas. Es cierto que en las ciudades y villas de cierta entidad la gente sencilla podía escuchar la gran música vocal e instrumental en las catedrales e iglesias importantes que contaban con capillas de música. Pero en los pueblos pequeños solo había medios para tener el órgano de la iglesia y contratar a un organista. Así, gracias al órgano y al organista del pueblo, la inmensa mayoría de la población que vivía en el ámbito rural podía escuchar con frecuencia la música que compuesta por los grandes autores.
También, los órganos solían ser construidos por artesanos locales, o cercanos geográficamente en cualquier caso. Cada órgano de diseñaba expresamente para el lugar donde iba a sonar, incluso a veces teniendo en cuenta el tipo de voces que había en el pueblo, sí eran más bien graves o agudas. Hablando en términos actuales, podríamos decir que el órgano fue siempre un instrumento "democrático", que podía dar acceso a la mejor música a toda la población. En suma, el órgano y su música son la banda sonora de una gran parte de nuestra historia y nuestra cultura.